No pensé volver a escribir esto. En efecto, en mis planes estaba hace rato poder escribir respecto de mi aniversario ARMY pero estas semanas han sido muy intensas de la vida, y no había alcanzado a hacerlo. Y creo que finalmente no lo alcancé, porque la etapa de cambios llegó y aquí estoy, escribiendo nuevamente como es el día en que mi banda favorita se separa.
He pensado mucho en el día en que aprendí que significaba ese hito. Hace más de diez años escribí esta ahora primera parte intentando consolarme a mi misma y ordenar un poco el tsunami de pensamientos y sentimientos que viene con esta noticia, pero jamás pensé el tsunami de acontecimientos que vendría ese mismo día y los siguientes: fue realmente the end of the world as I knew it. and I feel fine, pero fue mucho. Estaba en proceso de mudanza de ciudad y a la semana conocí a alguien, que luego a los pocos meses se transformaría en el padre de mi hijo, el que vino a llegar al año siguiente. En un año, la vida había cambiado, y ese final de banda fue parte de ese hito que pude comprender mucho mejor con el pasar del tiempo.
Fue ahí cuando le tomé el peso real a lo que significa el día en que tu banda favorita se separa, y entendí que es un hito de la vida. No se le puede mirar en menos, porque sería faltarle el respeto a tus sentimientos, o menospreciar tus entusiasmos, o desvalorizar tus afectos. Cuando uno ama una banda, uno ama, y perderla es un duelo afectivo, uno de los tantos que podemos tener en la vida. No podemos guiarnos por prejuicios poco empáticos, menos en momentos donde la salud mental y las relaciones interpersonales pasan una etapa de transición tan intensa como es este post pandemia tan incierto.
El día en que tu banda favorita se separa es algo que he vuelto a vivir con diferentes bandas que he amado en esta década. Como si fuera una soldado de mil batallas, hoy me enfrenté a la más inesperada: el anuncio de BTS de fin de su etapa e inicio de carreras solistas. Habían lanzado su antología Proof, recorriendo todos sus éxitos, sus canciones simbólicas y hasta sus demos, y estaban muy en modo cierre, que algunas pesimistas advertían que olía a despedida. Y finalmente lo era, y lo hicieron de una forma muy honesta y sobre todo cariñosa, a través de un video de una cena donde desnudaban sus sentimientos frente a la decisión tomada, y la daban a conocer con toda la emocionalidad que requería.
Pasan las horas y aún sigo impresionada de la belleza de ese momento, muy comparable a la de un documental musical pero en crudo y honesto casi en vivo. Es todo lo que no quería escuchar de BTS pero es básicamente todo lo que esperaba escuchar de BTS: análisis, reflexión, lecturas contextuales y una sinceridad muy afectiva. Fue precisamente lo que me terminó enamorando de la banda, y sumergiéndome de forma intensa y veloz en una carrera que sentí que llegaba demasiado tarde. Pero me dijeron que los bangtan llegan a tu vida cuando tú más los necesitas, y eso es totalmente cierto: cuando estaba quemadísima de todo, ellos llegaron a devolver el entusiasmo, y tomar la decisión de meterme a fondo en este mundo ha sido de lo mejor que me ha pasado, en lo personal, en lo social, (ok, en lo económico quizás no tanto jeje), en lo musical (el mundo que se abrió! alucinante). Soy una agradecida de todo lo que ha traído y a la vez una consciente de lo que ellos mismos pregonan: finalmente este hiatus es la prueba del love yourself. Es la forma sana de hacerlo como sabiamente lo dijo J Hope.
No sé si eso ayudó a contener un poco la emocionalidad de un día así (o fue que ya los años enseñan que las etapas se transforman) pero sin duda ha sido una lectura diferente de un día que ya había vivido, pero que nunca se está lo suficientemente preparada para volver a vivir. Que además esto esté sumado a una seguidilla de situaciones personales, es otro recordatorio de cómo finalmente estos hitos se transforman en pedazos de tu vida que nunca vuelven a ser lo mismo. Aunque sepamos que estaremos bien, aunque sepamos que continuarán (se «cierra» la Magic Shop pero se abren 7 sucursales) y aunque sepamos que en la vida todo se transforma, el día en que se separa tu banda favorita siempre será un día que te afecta, de ese afectar que viene precisamente de tus afectos. Y el hilo púrpura pucha que tira. Borahae
fanstastica.wordpress.com 